Me pillé a mí, yo misma e ingenua:
Soy niña, un suspiro
Letargo infantil sonoro
Una mueca, un racimo de berrinches.
Gota a gota humedece el asfalto negro
el espeso jugo de la existencia mía
y suenan detrás gemidos inframundanos
de gargantas heridas y aburridas.
Todo se aparece como principio, de algo
De una guerra, de un baile o una melodía
Sublime tal cual ella misma
Pero comenzando en ciclos demasiado cortos
Para pensar que algo haya pasado.
Tapado en miedos, dibujado con la tinta angustia
Pero volátil, blanco: Ligero
Como simpático de lejos
Lucesita intermitente de aceites claros
Colores niños, aspirar fresco
Jale liviano de nubes dulces.
Cósmico a la mitad.
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