sábado, 12 de octubre de 2013

Hambre

Quiero y no quiero
En mi cuerpo comienzan a anudarse cordeles
De sangre y azules
Que a cada tirón me paralizan
Y yo me quedo absorta, como soñando
Y la vida con sus días parecen multiplicarse
Como las células que elásticas se inflan en el infinito
Del caos, de mí que soy una posa.

Seré yo, será el mundo                                                                                                             
Serán mis ojos que no se fatigan al ver lo mismo
Porque el cansancio me abruma y dirige
Hacia el estadio recurrente de pausa
Paralización total de actividades
Llena de culpa, como sacos
Que dilatan su tela con rocas grotescas        

Que ni veo.

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